Biografía
Su historia
Pedro Vilar fue un ilustrador, dibujante y humorista nacido el 29 de marzo de 1936 en el barrio de Palermo en la ciudad de Buenos Aires y es conocido internacionalmente por ser el hombre que le puso imagen a célebres creaciones de María Elena Walsh.
Su amplia obra abarca libros, medios gráficos y televisivos desarrollada desde fines de la década del 50 hasta la actualidad.
"Dibujo desde que tengo uso de razón: desde que pude tomar un lápiz con mis manos. En la escuela primaria era el que dibujaba el Cabildo el 25 de Mayo, la Casa de Tucumán... Me encantaba. En el secundario era el que hacía las historietas, las caricaturas de los profesores, que se ofendían muchísimo", evocó Vilar en una entrevista poco antes de fallecer.
Fiel a esa temprana vocación se ganó un lugar con su talento en los principales diarios y revistas de la Argentina.
Dibujos protagonizados por personajes de gestos elocuentes y mucho humor, páginas completas, detalles al margen o al final de una página y también las letras capitales, esas que dan comienzo a cada capítulo, forman parte de su sello personal. Ilustraciones que, si se miran con atención, revelan un sesgo barroco: situaciones pequeñas atiborran grandes composiciones, plenas de colores, de formas diversas y con muchos guiños para el observador. Un trabajo paciente y certero que lo tuvo como autor de esas memorables tapas e ilustraciones infantiles, pero también como colaborador de las más importantes revistas de humor de Buenos Aires entre los años 50’s y 80’s.
A lo largo de su carrera, Vilar trabajó en revistas como Tía Vicenta, La Hipotenusa y Media Suela; en Anteojito hizo la historieta “Agustina”; en Para Ti, “La familia tipo”. En los diarios La Nación, La Razón, La Epoca, La Voz y Viento Sur mantuvo tiras como “Punto en Boca”, “El comando Gelatina”, “María Castaña”, “Cleto y González” y “Cipayón y Tilinguín”.
Pero su mayor aporte a la tradición gráfica fueron las ilustraciones que hizo para los libros de María Elena Walsh: Tutú Marambá, Dailan Kifki, Zoo loco, Manuelita, El reino del revés y tantos otros, que aparecieron por primera vez en la década del 60 y han sido reeditados hasta hoy.
Además de los libros de María Elena Walsh, ilustró otros como Reportajes supersónicos, de Syria Poletti, Nuestro terruño y Palabras mías, de Zulema Vilar, y Esa musiquita, de Teresa Parodi.
Su relación con María Elena Walsh
El dice que tenían una coincidencia total, ella ponía la letra, él bocetaba y siempre llegaban a un acuerdo.
El Dailan Kifki de nuestra infancia es el que guarda el trazo de Pedro Vilar. Algunos de sus trabajos más emblemáticos junto a María Elena Walsh, Tutú Marambá, El reino del Revés, Zoo Loco y Dailan Kifki se reeditaron en los últimos años en formato vintage, bajo el sello Sudamericana. El ilustrador aún recuerda con la emoción y el extrañamiento de un niño el modo en que el contacto con María Elena sacudió su cotidiano y lanzó hacia adelante su obra.
De aquellas piezas únicas hoy quedan muy pocos originales pero sin embargo siguen poblando las infancias de varias generaciones de argentinas y argentinos.